Para
empezar la contaminación lumínica puede definirse como la emisión de flujo
luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, rangos
espectrales u horarios innecesarios para la realización de las actividades
previstas en la zona en la que se instalan las luces.
La contaminación lumínica
¿Por qué se llama así? Acaso un rayo de luz puede llamarse como contaminación…
no se trata de eso para entenderlo, sino hay q ver más afondo lo que en verdad
contamina, sobre la contaminación lumínica, hasta el momento, existe escasa
conciencia social, pese a que genera numerosas y perjudiciales consecuencias
como son el desperdicio de energía (y las emisiones de gases de invernadero
resultantes de su producción),el daño a los ecosistemas nocturnos, los efectos
dañinos a la salud en humanos y animales, las dificultades para el tráfico
aéreo y marítimo, las dificultades para la astronomía y la pérdida en general
de la percepción del Universo a gran escala. Es probable que muchos de los
efectos negativos de la contaminación lumínica sean desconocidos aun.
Es indudable que el
alumbrado exterior es un logro que hace posible desarrollar múltiples
actividades en la noche, pero es imprescindible iluminar de forma adecuada,
evitando la emisión de luz directa a la atmósfera y empleando la cantidad de
luz estrictamente necesaria allí donde necesitamos ver. Al
incrementarse más el brillo del cielo, acaban por desaparecer también, de forma
progresiva, las estrellas, con lo que, al final, solamente las más brillantes,
algunos planetas y la Luna resultan visibles en medio de un cielo urbano
neblinoso de color gris-anaranjado. Si consideramos que en condiciones óptimas,
nuestro ojo alcanza a distinguir estrellas hasta la sexta magnitud, lo cual supone
poder alcanzar a ver unas 3.000 en verano, podremos juzgar con equidad la
magnitud de lo que nos perdemos.
Afectación Astronómica
El más
preocupante daño de la contaminación lumínica es cómo incide en la astronomía:
- Reduce hasta en un 90% la cantidad de objetos celestes que se pueden observar a simple vista.
- Limita la capacidad de observación de los telescopios profesionales.
- Por ejemplo, bajo contaminación lumínica considerable, un telescopio con un espejo primario de 5 metros de diámetro funciona como si fuera uno de 4 metros, 37% menos efectivo (área=πr²) ya que requiere de más tiempo de exposición para observar un mismo objeto y así compensar el efecto de la contaminación lumínica. [4]
- Contamina los espectros de objetos astronómicos (ver Figura 2).
La astronomía observacional se basa en el estudio de
la luz de los objetos celestes, dicha luz se descompone en colores para conocer
su composición química, distancia o velocidad de los objetos. En particular el
alumbrado público contamina con diferentes colores el brillo celeste de la
atmósfera, se sabe que el menos contaminante es la luz de sodio de baja presión
y el más las luces incandescentes y los hálidos metálicos (luces de mercurio).
Sin embargo, el cielo sufre por la
contaminación lumínica: la iluminación urbana ilumina el cielo y solo las
estrellas más brillantes son perceptibles al ojo humano. Este es un problema
obvio pero a la vez aceptado tácitamente por la mayoría de la comunidad. Otro
aspecto de este problema es la dificultad de encontrar sitios con cielos
realmente oscuros, propicios para el estudio de la astronomía. Ha sido apenas
en las últimas dos décadas cuando grupos han cobrado conciencia real del
problema y han emprendido esfuerzos para buscar por lo menos mitigar el efecto.
por: Mariana Tadeo Atanacio
por: Mariana Tadeo Atanacio
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